lunes, 18 de abril de 2016

Ranking de los peores asesinos seriales



     
16.Gary Leon Ridgway
Asesinó al menos a 48 mujeres (prostitutas en su mayoría) en 19 años. Su fuerte devoción religiosa y la influencia de su padre, lo hicieron odiar a las mujeres que ofrecían sexo a cambio de dinero. Aunque todas sus víctimas pertenecían a la misma zona, la policía nunca pudo dar con él. En el 2001 confiesa sus crímenes y sólo entonces es detenido.
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     17. Julio Perez Silva
El peor asesino en serie de Chile, asesinó a una decena de jovencitas luego de secuestrarlas y violarlas. Lo peor es que no dejaba huella de las atrocidades que cometía. Aunque se hablaba de la desaparición de sus víctimas, se decía que estas se habían ido por dejar atrás la pobreza de su localidad. La policía sólo se percató de la presencia de un asesino cuando una de sus víctimas logró huir.
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     18. Fidel Nina Mamani
Peruano conocido como “el Loco del Martillo”. Confesó haber matado a su hermana, su cuñado, sus tres sobrinos y a una niña de trece años. Los mató a martillazos y luego les cortó la yugular. Mató a sus sobrinos porque consideró que “extrañarían a sus padres y no podía permitirlo”. Además violó a la niña de trece años mientras esta agonizaba.
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      19. Richard Ramirez
Conocido como “el merodeador nocturno”, asesinó a un total de catorce personas, violó a nueve personas, secuestró a dos, etc. Su vida delictiva empieza cuando tan sólo tenía nueve años. Sus crímenes no siguen ninguna pauta concreta. Satán era su dios.
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      20. Fred y Rose West
Violaron y mataron a más de 12 chicas a las que enterraba en su jardín. Fred sufrió abusos de su madre y él a su vez violó a su hermana. Rose se acostaba con negros, siendo filmada por Fred.


sábado, 16 de abril de 2016

Características de asesinos seriales

Aunque cueste trabajo admitirlo, las películas con un 'lado oscuro' son la fascinación de muchas personas y amantes del cine. 
Normalmente porque los asesinos que las protagonizan se salen con la suya o tienen características bizarras... de hecho, según el portal Elite Daily, hay estadounidenses que se identifican con estos personajes. 
Tal vez si le echas un ojo a los rasgos de los asesinos veas si tú coincides con ellos o que tan diferente eres. 


1. Les gusta presumir 
Aunque los asesinos hacen lo posible por no ser atrapados, eso no significa que también hagan todo lo posible por pasar desapercibidos. Como en la serie de Hannibal Lecter, los chicos malos se sienten orgullosos de los crímenes que cometieron. 


2. Hogar disfuncional 
Una característica común en los asesinos en serie es la incapacidad de relacionarse con otros humanos. Emocionalmente no lo logran, por lo que no sienten remordimiento por los homicidios que cometen. De acuerdo con expertos los asesinos seriales a menudo tuvieron padres que se divorciaron cuando eran unos niños, o tal vez fueron víctimas de abuso o vivían rodeados de adictos.  


3. Sirvieron como militares 
No todos, pero la mayoría de los que regresan de la guerra en Estados Unidos sufren de enfermedades mentales por lo que vivieron en el extranjero, en especial por la gente 'mala' a la que enfrentaron. Una de las explicaciones más razonables de los expertos, según Elite Daily, es que cuando regresan tienen dificultades para encontrar trabajo, por lo que se sienten frustrados y su mente revoltosa los obliga a cometer crímenes. 


4. Son encantadores
No todos los asesinos en serie, pero muchos, son psicópatas. Están los que sufren de falta de adaptación, y los que son excelentes manipuladores. Son buenos para mentir y moldear a la gente. Son buenos para lograr su cometido.


5. Buscan aventuras 
Investigaciones han probado que varios asesinos seriales tienen impulsos de aventura. Están aburridos de la vida típica de cualquier persona, y lo que hacen no los satisface por completo. Antes de matar tienen la tendencia a buscar situaciones que los ponen en riesgo. Tal vez conoces a algún amigo que le encanten los deportes extremos... tal vez alguna vez hiciste una broma diciéndole que 'está loco'... tal vez tienes razón. 


6. Mojan la cama después de los 5 años 
En 1963 el psiquiatra JM Macdonald identificó 3 rasgos de la infancia comunes en lo asesinos más violentos y agresivos. La lista tiene en primer lugar tortura animal, después iniciar incendios... y también mojar la cama después de los 5 años. 


7. Trabajar en algo relacionado a la medicina 
Varios asesinos seriales han trabajado en hospitales, lo que les da el acceso a drogas letales para cometer sus fechorías. Sus trabajos no sólo se relacionan con la muerte, sino que satisfacen sus deseos de poder. 

lunes, 11 de abril de 2016

2DA.PARTE... ASESINOS SERIALES: UNA VISIÓN PSICOLÓGICA Y CRIMINOLÓGICA


http://psicologiajuridica.org/psj57.html

ASESINOS SERIALES: UNA VISIÓN PSICOLÓGICA Y CRIMINÒLOGICA

El homicidio es un comportamiento que ha estado presente a través de la evolución de la humanidad y quizá figura como un acontecimiento de importancia histórica, ya que se utiliza como un marcador de épocas; se habla de las victoriosas batallas de independencia, de la muerte de los monarcas, de los grandes genocidios en aras de una causa ideológica, etc. Incluso la tendencia actual de los noticieros colombianos es reportar el número y la forma de muertes violentas. Ante esta realidad podríamos cuestionarnos con múltiples interrogantes... Porqué el ser humano no marca sus intervalos históricos con acontecimientos positivos? Porqué no son las experiencias dadoras de vida las que generan una noticia? Será que nuestro morboso interés se ve más atraído por lo destructivo? Será nuestro temor de identificarnos con las víctimas y con los débiles lo que nos motiva a estar curiosos por los violentos y los poderosos? Señalará esto una tendencia negativa del ser humano como depredador?

Se caracteriza nuestra especie por ser bárbara en contra de su congénere? Somos seres violentos por naturaleza biológica o social?

Lastimosamente yo tampoco tengo la respuesta a esos interrogantes...lo que si es un hecho es que los desarrollos científicos, económicos y tecnológicos, no han coadyuvado a que nos hagamos más solidarios, ni más altruistas, estas tendencias prosociales parecen más individuales que de especie.

Los países desarrollados están a favor del neoliberalismo y la globalización que aumentan la miseria e incluso la violencia y se convierten en una metáfora de la constante depredación social.

Nos seguimos comportando de maneras tan primitivas como las comunidades tribales, en las cuales el homicidio también estaba presente como una conducta primaria, primitiva, que requiere de la intervención del control social formal y especialmente de las ciencias del comportamiento cuando se descubre que son las motivaciones psicológicas las que subyacen una conducta tan peligrosa, repetitiva y compleja.

Al referirnos al homicida serial hacemos alusión a la definición de Homes y Deburger (1.988) citados por Egger (1.999) persona que mata reiteradamente y logra cometer más de 3 muertes, generalmente opera individualmente, cada vez que lo hace mata a una sola persona, que no suele tener algún vínculo con la víctima, que carece de móviles claros y que lo hace en diversos momentos, pasando por pausas o intervalos de "enfriamiento". Actúan como depredadores, acechan, se acercan y matan.

También existen mujeres asesinas seriales, pero son desestimadas por el sistema judicial y por la academia, tal vez porque ellas no utilizan métodos violentos, sino letales como el envenenamiento o porque no tienen estadísticas de víctimas tan altas como los hombres homicidas. En todo caso acá también se hará referencia a los hombres, ya que sobre ellos existe una mayor documentación.

En los homicidas seriales en su proceso de "caza" de víctimas según Joel Norris(sf) se pueden diferenciar varias fases entre las que se encuentran las siguientes:

Áurea: fase de aislamiento social e inclusión hacia el mundo de fantasías de muerte y destrucción. En sus fantasías ellos crean otra realidad, una en la cual tienen el control total y no se sienten amenazados, sino dominantes. La fantasía por si sola puede satisfacerlos momentáneamente, pero también puede ser insuficiente e impulsarlos imperiosamente a matar.

Pesca: fase para elegir y frecuentar sitios adecuados para encontrar a su víctima

Seducción: el cazador humano en esta etapa puede actuar con violencia directa e inmovilizar a sus víctimas o también puede experimentar un placer especial por atraer a sus víctimas y burlar su autoprotección. Esto último lo realizan los más experimentados y versátiles.

Captura: Periodo en el cual "cierran la trampa" y disfrutan de las reacciones de terror a las víctimas, utilizan medios físicos o psicológicos para inmovilizarlas.

Asesinato: momento el que los asesinos seriales aniquilan, utilizando su modo de operación en particular, su estilo personal, durante el homicidio experimentan clímax.

Fetichista: El homicida guarda un fetiche que le permita recordar su hazaña, revivir la escena. Recauda un trofeo que le permite prolongar la experiencia.

Depresivo: Crisis post homicidio que puede llevarlos incluso a tener ideas suicidas, aunque pocos de ellos consuman su propia muerte.

Independiente de estas fases descriptivas, todos los casos de homicidio obtienen un resultado similar, eliminan una víctima inocente y así se involucran en una conducta típica, antijurídica, culpable y punible, por lo que siempre tendrán la atención y la intervención de profesionales del derecho, la criminología y la policía judicial.

De estos últimos profesionales, de los investigadores criminales traeré una clasificación de los homicidas que nos permita adentrarnos en el tema, es decir, no me basaré en una taxonomía psicológica o científica en esta primera parte.


Existen útiles subdivisiones de los homicidas que resultan ser valiosas al momento de comprender el fenómeno.

martes, 5 de abril de 2016

“La ogresa de la colonia Roma”

Felícitas Sánchez Aguillón es probablemente una de las asesinas seriales más temidas de la historia. También conocida como “La trituradora de angelitos”, “La descuartizadora de la colonia Roma” o “La espanta-cigüeñas”, se cree que fue responsable de más de 50 infanticidios. Graduada como enfermera, Sánchez Aguillón ejercía como partera en la Ciudad de México pero además realizaba abortos —un delito en la época— y traficaba niños pero detrás de esto había una faceta aún más oscura. Las cañerías del edificio ubicado en Salamanca 9 estaban tapadas frecuentemente y de su departamento salía humo negro así como un olor desagradable. Torturaba a los infantes bañándolos en agua helada o dejándolos sin comer por mucho tiempo. Sus ejecuciones eran aún más atroces: asfixia, envenenamiento, apuñalamiento e inmolación. Una vez muertos, “La trituradora de angelitos” descuartizaba a los niños, tirando los restos a las alcantarillas. Cuando fue detenida en 1941, en su departamento se encontraron una gran cantidad de fotos de niños que eran sus trofeos y un cráneo infantil. Fue liberada después de tres meses, se cree que debido a la presión de su abogado por revelar los nombres de mujeres relacionadas con la política que se habían practicado un aborto. A los pocos días de libertad se suicidó con una sobredosis de Nembutal.

“La temible Bejarano”

También llamada “La mujer verdugo” por los periódicos de la época, Guadalupe Martínez Bejarano se convirtió en la primera asesina serial mexicana después de matar brutalmente a tres niñas. Su forma de asesinar era muy organizada y motivada por la satisfacción sexual: atraía a niñas y mujeres jóvenes de bajos recursos ofreciéndoles trabajo como empleadas domésticas. Ya en su casa, las esclavizaba y las torturaba sexualmente. Su castigo más cruel consistía en sentar las niñas desnudas sobre un brasero ardiendo, quemando sus muslos, nalgas y genitales.En 1887 fue aprehendida por su primer asesinato, pero sólo pasó cinco años en prisión. Al salir, asesinó a dos hermanas, por los que fue aprendida nuevamente y condenada a 10 años de prisión. Estuvo en reclusión solitaria en la prisión de Belén y murió ahí por causas naturales.

LOS ASESINOS SERIALES MEXICANOS MAS TEMIBLES


Francisco Guerrero es el primer asesino en serie del que se tiene registro en México. Él fue acusado de matar a más de 20 sexoservidoras de 1880 a 1888. Su alias se debe a que se vestía como catrín: pantalones de casimir ajustados, camisa blanca, una faja de colores en la que ocultaba el cuchillo con el que asesinaba a sus víctimas, sombrero negro, zapatos recién lustrados y un elegante chaleco Sus asesinatos aterraron a la gente de la época, pues usaba los servicios sexuales que las mujeres ofrecían, pero el verdadero placer para “El Chalequero” venía después: estrangulaba o degollaba a sus víctimas, en muchas ocasiones las decapitaba y arrojaba los cuerpos inertes al Río Consulado.
Después de ser capturado en 1888, Guerrero fue condenado a la pena de muerte pero Porfirio Díaz revocó la sentencia y fue condenado a 20 años de prisión. Seis años después, en 1904 fue indultado por error, pero regresó a prisión en 1908 después de acabar con la vida de una anciana. Murió en prisión en 1910.