domingo, 21 de febrero de 2016

Souflikar

Con este nombre que suena poco adecuado, se conoce a uno de los mayores asesinos de la historia de la humanidad, al menos uno de los que más personas ha asesinado sin la utilización de ninguna clase de arma.
Souflikar era el ejecutor personal del sultán del Imperio Otomano Mehmed IV, que rigió durante la segunda mitad del siglo XVII. Durante sus cinco años desempeñando esta tarea, Souflikar fue el encargado de ejecutar hasta tres personas cada día, alcanzando la suma total de 5.000 personas.
Lo más terrorífico de todo esto es que este legendario asesino no se dejó seducir por las bondades de un hacha o una horca para ejecutar a sus víctimas, sino que las estrangulaba con sus propias manos.
Pero el sadismo de Souflikar no termina ahí. A él le gustaba “jugar” un poco con sus víctimas, ofreciéndoles escape y desafiándolos a una carrera de velocidad a lo largo de los jardines reales, con el punto de ejecución como el sitio de la “llegada”. Souflikar prometía a sus víctimas que si le ganaban eran liberados. Sin embargo, se dice que nunca perdió una carrera y que al final de ella seguía con la fuerza suficiente como para estrangular a su contrincante hasta la muerte.

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